domingo, 18 de diciembre de 2011

Principito y Princesita


A Rosalía e Inés. Para todos.

+ ¡Chica, chica! Para un momento ¿cómo es tu principito?
- ¿De qué hablas?
+ Sí, un principito, un chico que…
- ¡Ah! ¿Mi principito…? ¿esto para qué cadena es?
+ El vídeo se colgará en internet, pero para salir primero me tienes que decir cómo es tu principito.
- Verás, es alto, rubio, con el pelo corto, ojos claros. Es más alto que yo, claro…
+ ¿Cuánto?
- Pues más allá que si extiendo el brazo hacia arriba.
+ Bastante.
- Más que tú. Es delgado pero fuerte, tiene un porte señorial; un hombre que cuando entra a una sala la llena. Iría vestido de azul entero, un poco cursi, pero así me lo imagino, y vendría un día a mi casa llamándome princesa.
+ Muchas gracias.
+ Señora, señora ¿y usted? ¿cómo es su principito?
- Espera ¿esto para cuándo sale y en qué página?
- ¿Me vas a grabar, hijo? Que me pongo colorada…
+ Aún no lo sabemos…
- Pues si tienes ahí la cámara.
+ Le decía a la chica. Quizá dentro de una semana en la web mireinosíes… señora, no se vaya ¿tiene usted algún principito en su vida?
- Bueno, si yo te hablara de mi principito, antes era apuesto y protector; ahora la que lo cuida soy yo ¡ja,ja! Pero tengo una nieta, espera que te enseño la foto, es preciosa, mira ¿la ves? Con sus largos rizos castaños, su cara redondita y esos ojitos ¿qué ojitos? Ojazos, que son tan grandes como nueces. Esa sonrisa apacible, su piel tan suave. Hace tiempo que dejé de tener principito, pero está conmigo la princesita de mis sueños.
+ Muchísimas gracias.
+ Hola joven, buenos días, ¿Cómo es su principito o princesita? ¡Oiga, no se vaya!
+ Hola muchacho ¿hay alguien en tu instituto que sea para ti un principito o princesita?
- ¡Ah! Hay tantas princesitas y ningún príncipe a su altura a excepción de mí. Las hay rubias, pelirrojas, morenas, más altas o bajas, delgadas algunas y otras no; nada de eso importa. Llevan consigo la gracia y ligereza femeninas; por el contrario están todos los chicos compartiendo su “masculinidad”, entendida por ellos como brutalidad y torpeza. Pero, por desgracia, las princesitas toman a sus pseudopríncipes para jugar a amar ¿puede surgir un sentimiento puto de una elección errónea? … ¡Voy a mi casa a escribir algo sobre ello!
+ Adiós y que aproveche ¡Podrás verte en mireino…!
+ Muchacho ¿cómo es tu principito o princesita?
- ¿A mí me lo preguntas? Mi principito es de tu estatura, más o menos, con un pelo parecido al tuyo, tiene una sonrisa, ah…  lleva zapatos y pantalones negros, conjuntado con camisetas de manga larga de tonos oscuros, jersey de estos colores, bufanda a cuadros y con un paraguas siempre que amenaza la lluvia. Me lo imagino rodeándome una tarde, protegiéndonos del agua y dándonos un beso en nuestro pequeño paraíso.
+ Muy bonito. Ten un buen día.
+ ¿Cómo es tu princesita?
- Yo tengo un principito y me está esperando. Es paciente, amable, parlanchín y divertido. Así que entiende que me vaya.
+ ¿Principito o princesita, mujer?
- Princesita.
+ Dime cómo es.
- Mira, si la llevo conmigo. Vamos Claudia, acércate. Tiene el pelo rubio, liso y muy muy largo, más de los hombros, tiene unos ojitos castaños, como el color de su piel… y es muy pequeñita, solo ocho años, tanto es así que hace poco el Ratoncito Pérez le cambió un diente suyo por dinero, ya que él los necesita para hacerse una casita.
+ Gracias a las dos ¡Tened un buen día!
+ Jóvenes, chicos y chicas, ¿cómo son vuestros principitos y princesitas?
- Como yo; ¿eres gay?; callad tontos; delgadas; rellenitas; con curvas; de ojos claros; a mí me van más morenos, pura raza; ni que fueras un animal; así me tuviera; qué marrana; rubias; castañas; con el pelo verde como Rosa y Alba; ¡eh! Que Rosa soy yo y lo tengo pelirrojo; pero una vez…; solo una; rico; pobre, que en las penas una más cerca está de la pareja; pero luego rico, que si son príncipes o princesas…; ha dicho principito y princesita, idiota; para mí sería como mi hermanito pequeño; ¡pues si está todo el día en calzoncillos!; un príncipe sin complejos, al que nadie temiera ya que él es el primero que se expone sin corazas; mi príncipe sería tan alto como Goliat; ¿también igual de feo? Para eso pídete un David; pues yo prefiero a Miguel Ángel, que me haga en Mármol; ¡nadie te querría ver!; A que te doy.
+ Gracias. Tened un buen día.
+ Principito, princesita ¡Principito! ¿Cómo sería tu princesita?
- Oh, mi princesita la busco y no la encuentro, quizá no esté aquí, puede que viva en otro mundo…
+ E ¿irás a buscarla?
- Por supuesto.
+ ¿Por dónde empezarás?
- Por algún lugar que no sea esta ciudad.
+ ¿Te mudarás para encontrar a tu princesita?
- No solo por ello, pero mala razón no sería.
+ Mujer ¿qué me diría si te preguntara por tu principito?
- Mi principito está en Colombia y yo acá me vine a trabajar, cuando guarde el dinero suficiente podrá venir conmigo y ser felices en este lugar.
- Mi princesita, yo qué sé, ¿qué eso? Una idea y ya está. Yo quiero una mujer con la que me divierta y pueda hablar de lo que me gusta: motos, carretera, viajes...
- No ha habido principitos en mi vida, pero tú podrías ser el primero…
- Las princesas solo estaban en los cuentos hasta que vi aparecer a mi mujer.
- Cada mujer es una princesa.
- Los hombres de mi vida son todos unos príncipes.
- Alto, rubia, gordo, morena, pelirrojo, de ojos claros, negros, con perfil romano, labios gruesos, de estatura media para ser más fácil besarlo, con ropa descuidada, muy bien vestido, ama la naturaleza, le gusta hablar de todo, prefiere callar si no sabe, tartamudo, seguro de sí mismo, luchador, pacífico, ruso, australiana, sudamericano, española, francesa, inglés, ¿qué más da?, que me quiera, que sepa que lo voy a querer un montón, lo quiero a rabiar, mi niña, mi ilusión.
- Para mí…
- Para mí…
- Si existiera un…
- Si existiera una…
- Princesita…
- Principito…
- Sería como tú.